Este día debe ayudarnos a tomar conciencia de que en la construcción de nuestro mundo, mujer y varón son importantes y que sus derechos deben ser respetados por igual, atendiendo, por supuesto, a sus diferencias.
Por Cristina Vargas. 06 marzo, 2020.Cada vez que llega el 8 de marzo, muchas personas se felicitan por el Día Internacional de la Mujer. Pero, ¿por qué existe tal día en el calendario? La ONU lo estableció en 1977, aunque lo celebraba desde 1975, coincidiendo con la declaratoria del Año Internacional de la Mujer. Su origen puede remontarse a hechos no siempre festivos o felices, sino a diferentes luchas en el siglo XIX y XX, por el reconocimiento de sus derechos, o al levantamiento de voces de protesta frente a regímenes y contextos socio-políticos complejos. Por tanto, este es un día de conmemoración, de recuerdo, de reflexión.
Por ello, conviene volver la mirada sobre el pasado, para recordar a algunas mujeres destacadas que, dicho sea de paso, las nuevas corrientes historiográficas han permitido ir descubriendo y visibilizando; pero, también, para entender en perspectiva, qué nivel de reconocimiento hemos logrado, de nuestro importante rol en todos los ámbitos.
Mencionar a algunas mujeres relevantes en nuestra historia podría ser un punto de partida, pero en realidad, debemos incluir a “todas”: a aquellas mujeres anónimas que ayudaron a forjar la patria; a las de roles políticos y religiosos como las sacerdotisas moche; o las que se aventuraron a América en los primeros años del Virreinato y supieron jugar diferentes roles, aun cuando las leyes las consideraban inferiores al varón. O, podemos ponerles nombres como Micaela Bastidas, María Parado de Bellido, Francisca Gamarra, María Trinidad Enríquez (primera abogada peruana), Mercedes Cabello de Carbonera, Magda Portal, entre muchas otras.
En las Ciencias históricas podríamos recordar a Ella Dunbar, Josefina Ramos de Cox (piurana), María Rostworowski; en el arte, a Elena Izcue, Julia Codesido, Tilsa Tsuchiya. Cuando las individualizamos, la lista puede ser interminable, pese a que no siempre han sido adecuadamente recordadas.
En los últimos siglos, fueron reconocidos algunos derechos en nuestro país (al voto, a la educación, a la participación política, etc.); pero, aún queda un camino largo por andar: brechas salariales y laborales aún por acortar, altas cifras de feminicidios, mayor índice de pobreza en el segmento adulto mayor-mujeres, entre otros retos.
Este día debe ayudarnos, entonces, a tomar conciencia de que en la construcción de nuestro mundo, mujer y varón son importantes y que sus derechos deben ser respetados por igual, atendiendo, por supuesto, a sus diferencias. Que este día sea un recordatorio del devenir histórico transitado y del andar aún pendiente.
Históricamente, les de mujeres contribuyen día a la conquista de derechos, a la reducción de brechas de desigualdad y a forjar una mejor sociedad, pero aún queda un largo camino por recorrer. ¡Ese es nuestro reto!